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Estas cruzando el umbral hacia un espacio que te ofrece una oportunidad para escuchar los susurros o los gritos de tu alma, para encontrar dentro de ti las respuestas a tus inquietudes..., dolores..., fragilidades..., incertidumbres y demás estados de vulnerabilidad que se hacen presentes en nuestra vida.

Conócete a ti mismo
(Oráculo de Delfos)

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El problema no es si te buscas o no más problemas.

El problema no es ser capaz de volver a empezar.

El problema no es vivir demostrando a uno que te exige y anda mendigando. 

El problema no es repetir el ayer como fórmula para salvarse. 

El problema no es jugar a darse.

El problema no es de ocasión. 

El problema señor sigue siendo sembrar amor.

                                                  (Silvio Rodriguez) 

 

Caminante, son tus huellas el camino, y nada más;

caminante, no hay camino, se hace camino al andar. 

Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás 

se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.

Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar.

                                                  (Antonio Machado)

 

“Tu que caminas conmigo... tu que sueñas por igual..., tu que como yo somos extraños... hasta que nos atrevemos a mirar...al fondo de nuestros ojos...donde habita la verdad“ “Habilita para ti mismo... la más bella de tus estancias...y nunca te olvides de tenerte... a ti mismo en tu morada“ 

                                                    (Namasteros)

 

 

Una invitación para habitar las preguntas que la existencia nos plantea en términos de crisis, insatisfacciones, malestares, sufrimientos, desorientaciones vitales, ansiedades, pérdidas, desilusiones, desamores, y tantas situaciones de la vida que con apariencia de desgracias pueden convertirse en la oportunidad para descubrir dimensiones mas profundas de la vida y para alcanzar una identidad mas auténtica.

 

En algún momento de nuestra vida los cimientos que creíamos eran capaces de sostenernos en la vida muestran su inconsistencia y nos abocan a un estado de desfondamiento vital que se convierte en una invitación a una lúcida o desesperada búsqueda de nuestra propia voz al margen ya de las tradiciones familiares, sociales o religiosas en las que crecimos .

 

La propia voz que nace de nuestra propia comprensión de la vida y nuestras respuestas personales e intransferibles a los retos y las heridas que se hacen presentes en el transito de nuestras vidas.  Es el momento de escuchar y comprender que te ha llevado hasta aquí y hacia donde quieres dirigir tus pasos.

 

Asumiendo tu propia responsabilidad en la vida que has llevado y en la que quieres construir a partir del aquí y ahora que es el único momento existente

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